Precariedad social y económica, lo que ha dejado la pandemia
En el medio laboral, la informalidad se convirtió en la gran opción de los mexicanos desempleados
Dos años se cumplieron ya desde la llegada de la pandemia del COVID-19 a territorio mexicano y, aunque actualmente se vive una recuperación en el tema económico y se registra la disminución de contagios y defunciones por esta enfermedad, son muchos los daños que han quedado.
En el tema sanitario se han registrado más de cuatro millones de contagios y más de 750 mil defunciones. En el ámbito económico la situación no pintó mejor para los mexicanos.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señaló que en 24 meses de contingencia sanitaria dos millones de Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) fueron cerradas y se perdieron un millón 200 mil empleos. Lo anterior desembocó en daños para la economía del país, pues el consumo se contrajo 40 por ciento.
Las afectaciones provocaron que seis millones de personas pertenecientes anteriormente a la clase media pasaran a las filas de la pobreza y pobreza extrema; ello se reflejó en que siete de cada 10 hogares mexicanos no pudieran consumir siquiera la llamada canasta básica.
Ocho de cada 10 empleos recuperados en la reactivación económica del país se dieron en la informalidad, indicó la Anpec. Las personas están buscando formas de conseguir ingresos, ya sea mediante ventas por catálogos, ventas en línea, servicios de comida preparada, reparaciones cosméticas, etc.
“Lamentablemente, el corolario de todo este esfuerzo es que la gente está trabajando más que antes de la pandemia y ganando menos. Muchas de las ocupaciones que han surgido con la reactivación económica que se impulsa son giros y ocupaciones de carácter informal, inestables por su naturaleza y menos redituables. Por ello, se puede afirmar que la reactivación ha provocado una mayor precarización laboral, ya que la gente gana mucho menos que antes de la pandemia”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec.
La educación y los estudiantes de diversos niveles tampoco lograron sortear esta crisis intactos. Se calcula que el rezago educativo es de 20 años y que más de cinco millones de estudiantes se vieron obligados a desertar del sistema educativo.
