jueves. 21.11.2024
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RSE llegó para quedarse

Acciones de RSE contribuyen al desarrollo económico de la comunidad y de la sociedad en general

En este mundo queremos lo mejor para nosotros y nuestras familias, todos somos conscientes de las problemáticas mundiales y en respuesta a ello, aportamos día a día nuestro granito de arena para combatirlas. En este sentido los valores que respaldan nuestro actuar nos convierten en mejores personas, lo mismo sucede con las empresas que en los últimos años no sólo se han preocupado por la generación de utilidades, sino también por el cuidado de las actividades que afectan, positiva o negativamente, la calidad de vida de sus trabajadores y de las comunidades en las que realiza sus operaciones.

Como consecuencia, un número creciente de empresas han cambiado el chip de su organización, percibiendo que la responsabilidad social es un tema que no está restringido a las acciones sociales o ambientales, sino que también implica el diálogo y la interacción con los diversos actores que están relacionados con la empresa.

Aunque muchos demeritan la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como un tema de moda, la verdad es que es un tema muy complejo y el éxito en este radica en la habilidad para prosperar, de una manera responsable, y en trabajar con otros actores sociales y económicos para lograr modificaciones en el sistema pues este modelo de negocio en las empresas se integra sobre una planeación estratégica en conjunto con las políticas, prácticas y programas que se instrumentan en toda la cadena de operaciones corporativas y en el proceso de toma de decisiones, lo cual implica, incluso, más trabajo.

Podemos percibir desde su concepto a la RSE como un compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con los objetivos empresariales, que va más allá de sus obligaciones jurídicas, contribuyendo al desarrollo económico de la comunidad y de la sociedad en general.

Una empresa socialmente responsable es aquella que, además de ofrecer productos y servicios de calidad, genera utilidades, empleos, paga impuestos, desafía su creatividad para identificar los problemas y propone soluciones, retribuyendo a la sociedad lo que la empresa tomó de ella, haciendo de estos, modelos de negocio sustentables.

Hoy en día, tener una empresa socialmente responsable es un valor agregado y una ventaja competitiva, pues resultan más atractivas para los clientes, empleados e inversionistas. Ante esta situación debemos tener cuidado en diferenciar este tipo de empresas con Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), además de reconocer que la Responsabilidad Social no están peleada con el negocio.

En México desde el 8 de marzo de 2012 existe la Norma Mexicana NMX-SAST26000-IMNC-2011, “Guía de Responsabilidad Social”, la cual pretende ayudar a las organizaciones a contribuir al desarrollo sostenible. Tiene como propósito fomentar que las organizaciones vayan más allá del cumplimiento legal en México, reconociendo que el cumplimiento de la ley es una obligación fundamental para cualquier organización y una parte esencial de su responsabilidad social.

Finalmente, a través de esta norma se pretende promover un entendimiento común en el campo de la responsabilidad social en el país.